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Cuando el trawün se hace lawen: hacia una ruta de acuerpamiento  

Por Doris Quiñimil Vásquez

Este texto es una versión revisada de la publicación en la Agenda de Mujeres en Marcha 2025. Como equipo editorial, consideramos pertinente compartirlo ahora, en el marco de la conmemoración del 8M y ante la urgencia de acuerparnos en el contexto actual.

En momentos críticos a nivel planetario, donde el cumplimiento de los mentados Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030 parece un chiste cruel, enfrentamos múltiples crisis, guerras, genocidios, megaproyectos extractivistas, crimen organizado y el avance de grupos antiderechos y ultraconservadores que imponen qué cuerpos-territorios importan y cuáles no, más que nunca, necesitamos responder acuerpadamente a las urgencias locales y globales, para que no sigan pasándonos por encima y detener la destrucción de la vida.

Pero ¿qué es el acuerpamiento? esa palabra-acción tan presente en espacios feministas y comunitarios de Abya Yala, pero tan difícil de explicar.

Como parte de Fondo Alquimia, y en el marco de la alianza interregional En el camino correcto [1], creada para fortalecer a movimientos y organizaciones defensoras de derechos humanos y de las democracias frente al avance de grupos antiderechos, fundamentalistas religiosos y de ultraderecha, organizaciones y fondos feministas de América Latina y el Caribe hicimos trawün. En ese encuentro, sentipensamos qué significaba, en la práctica cotidiana, estar juntes y organizarnos para transformar las injusticias en lawen, en remedio para sanar la vida.

De esa juntanza nació Hacia una ruta de Acuerpamiento [2], una propuesta de camino para acuerparnos, transincluyente y antirracista, semillada desde Abya Yala y enraizada en la ternura radical y los cuidados. En su centro laten el respeto, la reciprocidad, la gratitud y la celebración por la vida, tejidos en cinco fases o hilos en movimiento que se trenzan proyectando un mejor porvenir.

Aquí compartimos que el acuerpamiento es una posición política, afectiva y ética; una decisión y disposición a estar en el hacer con otres; un proceso, una estrategia y una metodología para la liberación. Y, sobre todo, que el acuerpamiento es una manera de actuar, una respuesta colectiva, organizada y solidaria.

El acuerpamiento «es la acción de juntarse, conversar, planificar y caminar con propósitos compartidos. Es el encuentro y el tejer alianzas de solidaridad que nos convierte en un cuerpo más grande que nuestro propio cuerpo, que se mueve por la defensa de la vida y el planeta. Es la columna vertebral y la práctica que sostiene el trabajo colectivo y que nos da la certeza de que no estamos solas/os/es y que juntes somos más fuertes. Nos empuja colectivamente hacia la transformación completa del mundo de injusticias que hemos conocido. Cuando nos acuerpamos recuperamos la alegría, la fuerza y la ternura sin perder la indignación. Revitalizamos nuestras energías políticas, afectivas y espirituales, abriendo paso a los afectos, el goce, el placer, la risa y la sanación de nuestros cuerpos, comunidades y del planeta entero».

Portada Fanzine Hacia una ruta de Acuerpamiento

Por eso, los cinco hilos del acuerpamiento están siempre en movimiento, en acción, en el hacer. Acuerparnos es, entonces, estar constantemente:

Corporizando: Reconociendo que mi cuerpo es mi primer territorio y reconociendo todos los cuerpos-territorios, humanos y no humanos, así como mi historia, mis privilegios y opresiones, las heridas de las injusticias vividas y la herida colonial histórica; reconociendo que me moviliza alcanzar una vida justa, digna y buena, recuperando los hilos de afectos, memorias y saberes ancestrales que somos, zurciéndonos y remendándonos, reconectando mi cuerpo y dando espacio a los afectos, la espiritualidad, lo ritual y lo simbólico. Reflexionando, remirando y reescribiendo las heridas de la injusticia, decidiendo moverme para transformar la vida desde la responsabilidad afectiva y la ternura hacia mi cuerpo e historia.

Colectivizando: Porque nos encontramos y compartimos lo que nos pasa; constatamos que no estamos soles; nos organizamos, sabiendo que la transformación solo es posible en colectivo; construimos comunidad, nos acompañamos, apoyamos y sostenemos, tanto en lo presencial como en lo digital, desde lo político, espiritual, simbólico y concreto del cocinar, comer, matear, reír, llorar, tejer, trenzar, bailar, cantar, marchar, ritualizar. Y en esta cotidianidad, nos cuidamos y también sanamos.

Articulando: Trenzando nuestras acciones y causas para construir procesos colectivos más fuertes, caminando juntes y estando coordinades en distintos territorios, construyendo acuerdos, confianzas y redes de solidaridad sin fronteras, incluidas las identitarias.

Transformando: Desde el cuidado hacia la vida y el planeta, el arte y lo lúdico, la creatividad y la alegría, creamos nuevos ámbitos de acción y nos entretejemos más allá de las diferencias, los territorios y las generaciones.

Y realizando acciones conjuntas y solidarias: Poniendo el cuerpo, estando disponibles para les demás, apañando como nos han enseñado nuestres ancestres y comunidades, a través de mingas, trillas, tijerales, ollas comunes, huertas comunitarias, redes de abastecimiento popular, pu ngillatun, pu trafkintün y ferias, rifas, marchas, comunicados, circuitos de alerta y respuesta rápida, donde nadie se sienta sole, porque sabemos que podemos pedir ayuda con la confianza de que la recibiremos, como si pincháramos un link que nunca está roto.

Como los ctenóforos, los primeros animales de la Tierra, que al herirse se fusionan y sanan, sincronizándose como un solo ser.

Por eso, acuerparnos es un trawün que se hace lawen: un remedio contra la lógica neoliberal, un antídoto contra la soledad, el aislamiento, el «rascarse con las propias uñas», el «salvarse sole», la indiferencia y la indolencia. Un sahumerio para que, cuando alguien levante una mano, se active una red, un tejido de apañe y sostén; una respuesta frente a las injusticias y urgencias, desde la acción colectiva y solidaria, ante el pacto patriarcal, capitalista, colonial y fascista. Un llamado a la vida, a estar presentes y alertas, trenzándonos—como metáfora y práctica ancestral—para actuar y caminar juntes, cultivando presentes de buen vivir y otros futuros posibles.


[1] En 2019 se formó On The Right Track –OTRT por sus siglas en inglés-, iniciativa conformada por organizaciones y fondos feministas de Latinoamérica y El Caribe, Europa Central y del Este. Más información en: https://ontherighttrackinitiative.org/es

[2] Disponible en: https://ontherighttrackinitiative.org/es/recursos


Doris Quiñimil Vásquez

Champurria anti-cisheterowingkapatriarcal que habita el territorio de Santiago de $hile. Psicóloga Educacional y Máster en Género de formación, y tallerista, educadora y gestora pública de oficio. Trabaja en Derechos Humanos y de la Ñuke Mapu, actualmente desde la organización feminista Fondo Alquimia. Es parte desde sus inicios del Colectivo Rangiñtulewfü y del equipo editorial de Yene Revista.