EL PACHAKUTI: La Reconstitución Indígena de su Memoria y su Territorio

Por Kallpa Markamaru

Autoridades Ancestrales Ayllu Copakati Ceremonia del Pacha Kutjta, Solsticio de Invierno, 21 de Junio (Charaña).

La desmonumentalización es el acto contestatario, como el de mis padres y abuelos frente a la Guerra del Pacífico (1879-1883); la chilenización y las Dictaduras en Bolivia y Chile. Es el testimonio del conflicto social indígena de Bolivia, contra la privatización en la Guerra del Agua (2000) y la Guerra del Gas (2003). 

El poder de la desmonumentalización, escrito por la lucha real indígena presente y pasada, lleva ya cinco siglos. Desde mi otra realidad chilena, donde la historia occidental supone que no hay mayorías indígenas. En la zona central de Chile, también hoy se alzan los pueblos originarios frente a lo establecido. Ahí, en ese territorio ancestral, donde la historia hubo declarado extinto al indígena pero, lo contestatario se resiste al olvido, y desarma monumentos, se superpone a la acción imperial.  

Así, la historia de la que provengo viene de más atrás, de la memoria de la tierra del Tawantinsuyu, gran territorio ancestral. En sus cuatro direcciones, se establecen el Antisuyu, Chinchasuyu, Contisuyu y Qollasuyu, de donde tiene origen mi nación Jach’a Suyu Pakajaqi[1]. Nacida pues, a los pies del Apu[2] nevado Ilimani. Ha sido la determinación de mi madre, su fecundidad y guía de la familia, el pilar de mi crecimiento. Nuestro origen el Ayllu Copakati, comunidad ancestral frontera de Visviri con Charaña[3].  Su vínculo está marcado por la quinua, la papa, el chuño, la lluvia, el agua, el barro, la lucha y la sed. Siendo imilla[4], con mi madre partíamos a buscar agua cerro arriba, llevando en mi regazo cinco litros, por accidentados caminos y largas filas. En mi proceso de crecimiento, descubrí que el dolor de saber que el agua, derecho ancestral, ya había sido desposeída de nuestros  pueblos. Supe entonces el valor de la subsistencia, lo sagrado del agua y la marginación de las mayorías indígenas. Desde siempre cruzaba de cordillera a costa, como lo hicieran mis ancestras/os, recordándome quien era en verdad. Sabía del amor infinito de la tierra por sus hijos. Así entonces, como hija de la Pachamama, no asimilé jamás las fronteras como límite. Me sabía heredera del Qullasuyu y del gran Tawantinsuyu legado de la Civilización de Tiwanacu. 

Claro está, tengo la formación académica occidental hegemónica, instruida como en cualquiera de las universidades del mundo, pero tuve la suerte y la claridad, de retomar con más fuerza mis raíces, a la luz de las consecutivas crisis a las que han sometido a nuestros pueblos originarios. Así fue como se reveló frente a mí la memoria de mi origen. Desde ahí, desde mi memoria, desde la dulzura de la femineidad y la lucha, les comparto parte de mi Thaki[5]

Los Ayllus en busca de la des-invasión y la des-colonización (un recorrido necesario)  

El legado de las Naciones Andinas, en Bolivia, fue defendido/cultivado en acción y resistencia a la guerra de destrucción impuesta por el colonialismo. Marcado por múltiples sublevaciones desde la colonia, lideradas posteriormente por Bartolina Sisa y Tupak Katari, entre tantas/os que entregaron su vida por nuestra liberación. Pese a la dolorosa historia, nuevas luchas de resistencias siguen brotando. En 1930, desde los territorios y sus dirigencias indígenas, reconstituyeron la Sociedad del Qullasuyu, proponiendo la renovación en defensa del Ayllu: eje de organización social, territorial, económica, política y cultural que, con su vigencia desde tiempos inmemoriales, constituye nuestro jatha-muju[6] del Qullasuyu. 

Al tiempo que no cesaba la guerra permanente occidental contra el indígena, la  colonización continuaba en su búsqueda por acabar con el “problema indio”, sucediéndose en  el tiempo,  nuevas formas de exterminio cultural, dentro de las cuales encontramos: la marginación, la exclusión política, la explotación económica y la situación de extrema pobreza indígena. Sin embargo, en el año 2000 la lucha de los movimientos indígena-campesinos dieron origen a uno de los levantamientos más importantes del Abya Yala: la Sublevación Indígena. Tuvo lugar la Guerra por el Agua. Recordemos que luego de la huida del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, el liderazgo de los Pueblos Indígenas definió su propuesta para ser incluidos en una nueva Asamblea Nacional Constituyente que, por vez primera, tuvo la participación de los Pueblos Indígenas Andinos y Amazónicos, dando lugar al Estado Plurinacional de Bolivia (2009).

La experiencia de titulación de mi Ayllu de origen: Territorio Indígena Originario Campesino (TIOC) 

En los inicios de titulación colectiva de los Ayllus (2010), proceso de lucha indígena, me vinculé con fuerza al Ayllu de origen. En este proceso, fui constatando cómo nuestros derechos  eran nuevamente mancillados. Se reproducía así una violencia tras otra, cuyas respuestas han sido las resistencias por la libre determinación de los pueblos y la reconstitución de los territorios indígenas. Éstos sin duda, en tanto principios y valores, proponen una alternativa para nuestra actual humanidad en crisis. 

Autoridades Ancestrales del Ayllu Copakati. Jach’a Mallku, Jilakata, Mama T’alla Qilqiri, Mallku Qilqiri 1ro, Mallku Qilqiri 2do y mi persona en Asesoría Técnica (de derecha a izquierda)   

Por un lado, fui profundizando mi conocimiento a través del Diplomado en Derechos Indígenas, Conflictos Territoriales y Consulta Previa en laUniversidad Indígena Intercultural, dependiente del Fondo Indígena Latinoamericano y del Caribe. Y por otro, apoyé activamente al Ayllu, recorriendo el territorio y las comunidades. Por medio de la realización del Muyu[7], fui capaz de entregar mi aporte en la valorización de la protección de la zona, en ese entonces, ante el proyecto incipiente de la carretera del tramo CoroCoro – Charaña[8].  

En las comunidades altiplánicas de la frontera, acentúa gravemente la sequía, la contaminación por la llegada de la minería, la muerte de los bofedales y escasez de  lugares para pastoreo del ganado de Llama y Alpaca[9]. Ante esa realidad, mis roles en el Ayllu han sido la difusión de la protección de los bofedales, por ser la principal fuente de agua dulce, y los derechos de las comunidad como acción preventiva. Problemáticas que provocan la migración forzada, erosionando gravemente la identidad y permanencia en el territorio. 

Derechos Ancestrales Transversales: El Derecho Indígena no tiene fronteras. 

Mi interés por los derechos indígenas, en el actual Chile y Bolivia, ha sido por  convicción con mi origen, siendo descendiente de fronteras coloniales distintas. Si bien, algunos fundamentalistas indígenas no ven con buenos ojos que una descendiente indígena defienda los derechos ancestrales de distintos países. Pienso que las luchas y los derechos de los pueblos indígenas, y de nosotras las mujeres indígenas, no se agotan cuando se es nacidx en Chile, en Bolivia o en Argentina. Los derechos no tienen frontera. Nuestros derechos sociales, políticos, económicos y culturales pertenecen a los pueblos indígenas; son transversales en todo el continente. Son derechos ganados desde tiempos inmemoriales, por lo tanto son ancestrales: el derecho al territorio, a la libre determinación, a la lengua; a la organización, la protección de la espiritualidad indígena, a los bienes y patrimonios. De esta forma, compete a cada indígena, no importando el país impuesto ni el territorio donde nazca, viva o sobreviva. Esa es parte de mi memoria y fecundo camino. 

La Resignificación de los Pueblos Indígenas preexistentes en la V Región  

Pueblo Aymara, Mapuche y Diaguita en defensa de la Reserva de la Biosfera contra la Termoeléctrica.   

En Valparaíso tuvo lugar mi formación profesional. Región con una abismante negación a la existencia de los Pueblos Indígenas. Tal discriminación viene sobre todo de las entidades de gobierno y los proyectos de inversión[10]

En el año 2017, los pueblos Mapuche, Aymara, Diaguita y Organizaciones Ambientales, nos sumamos a la defensa de la tierra, presentando un recurso de invalidación ante la Comisión de Evaluación Ambiental (CEA), para detener la construcción de la Termoeléctrica Los Rulos en la Reserva Mundial de la Biósfera, llamada “La Campana Peñuelas” (Provincia de Marga Marga). Solicitando además la “Consulta Indígena” por dicho proyecto, a lo que se sucedieron ciclos de manifestaciones, marchas, concientización y difusión, guiados principalmente por mujeres de pueblos originarios. La irrupción de la termoeléctrica proyectaba utilizar miles de m3 de agua, además de contaminar el aire con toneladas de material particulado, transgrediendo el equilibrio del territorio como espacio ancestral[11]

En cuanto a los proyectos de ley, del nuevo Servicio Nacional Forestal y del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), existieron ciertas irregularidades del proceso[12]. Por tanto, se unieron treinta y tres comunidades provenientes de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Valparaíso y Magallanes,  con representantes de comunidades indígenas de los pueblos Aymara, Quechua, Mapuche y Kawesqar. Tuve el honor de representar, con otrxs lamngen, para en colectivo, exigir ser consultados como pueblos por estos proyectos de ley, al poder legislativo y ejecutivo[13].  

El proyecto de ley SBAP viene desde el 2010 y continúa vigente en su tramitación. Éste legalizaría la destrucción del medio ambiente cotizando, como créditos de mercado, el Patrimonio Natural Ancestral de los Pueblos Originarios y del Pueblo Chileno[14]. Por tanto, no hay garantías reales de que no se afecten los territorios de los pueblos indígenas. De esta forma, tal proyecto de ley contradice la intención inicial por el que fue creado. 

No solo el mundo indígena está en alerta ante esta nueva ley, sino también el mundo científico que ha hecho sus observaciones. Donde los tratados de libre comercio (TLC), las transnacionales y las concesiones extractivas podrían ser beneficiadas con estas políticas con la posible afectación de los territorios indígenas. 

El fortalecimiento  de la Justicia Indígena Originaria Campesina en defensa del territorio

Ponencia sobre Impacto de los Planes Geopolíticos Transnacionales en Territorios Indígenas. II Congreso Nacional de Justicia Indígena Originaria Campesina de Pueblos Andinos y Amazónicos (Bolivia, 2018).

En Bolivia, los ayllus y la población indígena confiaron que, con el Estado Plurinacional, cambiaría la vida para los pueblos afines a la ideología del “Vivir Bien”. Pero aun así, los derechos de los pueblos indígenas han sido consecutivamente vulnerados. Tocó ver cómo las normas internacionales del Convenio 169 de la OIT, la Declaración de las Naciones Unidas y Leyes nacionales fueron/son flexibilizadas a favor del empresariado extractivista transnacional. La exigencia de cumplimiento de la Constitución, los tratados internacionales y la consulta para el Consentimiento “previo, libre e Informado”, han sido respondidos con la estigmatización, judicialización y criminalización del liderazgo indígena. 

Me sumé al apoyo de la aplicación de Justicia Indígena Originaria Campesina, desde las comunidades. Un instrumento para defender los territorios, el agua, los derechos y las comunidades. Su aplicación ha ganado litigios contra la minería y diversos proyectos extractivos, aportando con esta acción a la Jurisprudencia Indígena de Bolivia.  

La Reconstrucción Indígena se contrapone a la historia negada del Chile de la Zona Central 

En la Zona Central del territorio llamado Chile, es recurrente la visión del indígena extinto. Se ha narrado una historia que cuenta con comunidades pasadas, inexistentes, extintas o simplemente omitidas. No es casualidad entonces que en la zona central, la dominación hispana despojara sistemáticamente el sentido profundo original indígena. Naturalizada ha sido la dominación racial que no ha sido asimilada, como eje de análisis, para entender lo que realmente ocurrió en cuatro regiones de la zona[15]. Pero la historia posee muchas oscuridades, no reconoce totalmente ni valora la presencia de elementos tradicionales indígenas. Gran parte de los asentamientos hispanos se ubicaron donde ya existían pueblos indígenas. Espacios que enfrentaron la esclavitud, la repartición de “indios”, el  sometimiento a la fe católica, el pago de tributo y, por ende, la destrucción de su mundo indígena.

Por esta razón, es un hecho histórico, quizás sin precedentes en la Región de Valparaíso, la reconfiguración del Pueblo Mapuche, Diaguita y Pueblos Andinos. Todxs descendientes de pueblos habitantes de territorio previo a la invasión. Así entonces, dichos pueblos elevaron su voz por el territorio. A su vez, las comunidades mapuche de Putaendo también han reclamado su derecho de defender la tierra ancestral de la minería. En San Antonio, las comunidades alzan sus voces en defensa de los Ojos de Mar, humedales y mares ancestrales. Así por vez primera desde la colonización, se reclaman sus Derechos Ancestrales Transversales por la preexistencia, la ocupación milenaria del territorio y la Defensa de la Madre Tierra. 

Mi Takhi es nuestro camino en el linaje Femenino de la Tierra. Llevamos la memoria ancestral. Somos la herida y la medicina. Somos la resistencia y la lucha presente, tejida por sus comunidades íntegras, por la trama de la dualidad y la fuente inagotable de la luz. Somos parte de los liderazgos de mujeres indígenas, cuerpos sagrados, fecundos, trastocados y violentados que brotan aún más fuertes y fértiles ante la negación de la historia. 

Vamos desmonumentalizando y reescribiendo la historia original, a través del Pachakuti, con la pluma del pujante nuevo presente. Dentro de las ganancias democráticas y como triunfo de las Autonomías, encontramos dentro de la misma Constitución del Estado Plurinacional que, en sus artículos 191, 192 y 193, declara que las naciones, pueblos indígenas y originarios campesinos ejercerán sus funciones jurisdiccionales, a través de sus autoridades ancestrales. Donde sus decisiones no podrán ser revisadas por la jurisdicción ordinaria, ni por la agroambiental, por lo que ejecutarán sus resoluciones de carácter territorial, cultural y espiritual en forma directa. Donde toda autoridad pública o persona acatará las decisiones de la jurisdicción indígena originaria campesina. Así actúa la Justicia de la Madre Tierra que marca la senda para la continuidad y defensa de esa victoria. Es importante desarmar los monumentos e imposiciones, esas que se convirtieron en normas por largos siglos, por ello propongo una reflexión pero de la desmonumentalización, es decir: desvelar las normas que ocultan y niegan lo pre- existente, rescatando nuestra experiencia, la de es decir: “soy resultado de ese camino ancestral”.  

Jikisinqama

Jallalla Abya Yala

Jallalla Qullasuyu Marka

Jallalla Comunidad Ayllu Yene Revista

Que los caminos no paren de trenzar sus tejidos.


[1] Grandes seres águila. Importante es señalar, que en el periodo previo a la invasión europea, en el actual territorio denominado “Chile-Bolivia”, cohabitaban distintas naciones andinas con distinción de nombres, territorios, organización social y política, que además poseían una multiversidad de lenguas. La mayoría de ellas se han perdido, debido al proceso de genocidio que se continúa viviendo en un nuevo nombre: neoliberalismo.

[2] Espíritu sagrado de las montañas, que no se rigen por las categorías de géneros excluyentes, de la actualidad.

[3]  Ubicada en la frontera actual de los territorios nombrados como Chile-Bolivia a 4.000 msnm (metros sobre el nivel del mar).

[4]  Niña.

[5]  Camino.

[6]  Semilla del cuerpo social y político.

[7]  Práctica ancestral que realizan las autoridades del Ayllu. Consiste en recorrer el territorio, recoger las necesidades y problemáticas de las comunidades, dialogando con las experiencias de las familias. El intercambio de vivencias se da en torno a la hoja de coca.  

[8]  Proyecto carretero binacional, este tramo boliviano se anexaría directamente a la carretera ya construida por el gobierno de Chile, extendiéndose desde su frontera Visviri hacia Arica.

[9]  Debido a la altura, geografía y clima no se da de forma natural la papa, el maíz, la quínoa o el choclo. Por ello, lo fundamental del trueque con las comunidades habitantes en distintas alturas es carne por alimento vegetal.

[10]  Región que posee grandes conflictos medioambientales. Es una región de catástrofe por la sequía. Ríos secuestrados, entubados, para la mega agricultura. Estas zonas mineras  tienen concesionada la Cordillera, donde además se emplaza la Reserva Mundial de la Biósfera.

[11]  Dicho territorio en los últimos años ha sido resignificado por su multiversidad de pueblos y comunidades, sobre todo en la última década. Incluso ha sido renombrado como PikunMapu Qollasuyu desde sus jóvenes indígenas de Valparaíso. Reescribiéndose así, la historia de la auto-reconstrucción indígena, la reproducción social de espacios colectivos que han permitido a lxs descendientes de pueblos indígenas precoloniales de la macro zona central de Chile, y puntualmente en el caso de la Región de Valparaíso. Los pueblos Diaguita, Mapuche, Aymara y Quechua resignifican su presencia, al establecer sus recomposiciones sociales, espirituales y territoriales, reconstituyendo históricamente la memoria de la ocupación milenaria de los pueblos indígenas en la Región de Valparaíso. Al respecto, toda la región posee contundentes evidencias arqueológicas arquitectónicas, incluidas las ceremonias culturales, que dan cuenta de la innegable presencia y origen Indígena Pluricultural en el territorio.

[12] Las comunidades emplazaron al Ministerio de Desarrollo Social por omitir que hubo una modificación a la Ley General de Urbanismo y Construcciones no dejando claro si se va a efectuar, o no, consulta indígena. Se habla de un Consejo Consultivo de Política Forestal a establecerse por el proyecto en su art. 5, donde aparecen como integrantes  y, como representantes de los pueblos indígenas, un Consejero de la Conadi. Ante tal realidad, es importante señalar que los pueblos desconocemos rotundamente a los representantes de la Conadi para que firmen y hagan acuerdos para una política forestal futura.

[13]  Al respecto, se sugiere ver Comunidades indígenas y organizaciones del país, en sesión de 2018, de la Comisión de Agricultura del Senado y Comisiones Unidas. Ahí se solicitan nuevamente al poder ejecutivo la realización de la consulta indígena en el marco del proyecto de ley que crea el Servicio Nacional Forestal. Disponible en: http://tv.senado.cl/…/comision…/2018-12-17/102945.html 

Y el spot que da a conocer la situación que conlleva el proyecto de ley del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas sobre la posible legalización de la destrucción del medio ambiente. Disponible en: https://www.facebook.com/lanuevaaurora.net/videos/800277760730121

[14]  A los artículos 2B, 37 y 52 se suma la letra chica del articulado general del proyecto que en sí podrían estar otorgando concesiones y permisos, para intervenir los territorios y su biodiversidad, incluyendo áreas protegidas.

[15]  Valparaíso, Santiago, O’Higgins y el Maule.


Kallpa Markamaru 

Warmi, mujer, nieta del Ayllu Copacakati, Nación Jach’a Suyu Pakajaqi, ex vocera por la defensa del territorio y la reclamación de la Consulta Indígena frente a la Termoeléctrica Los Rulos y proyectos de ley del poder ejecutivo y legislativo (Chile). Ha realizado apoyo técnico en congresos de Justicia Indígena Originaria Campesina (Bolivia).  

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