APASA MORAKU / HOLA AMIGO
KUNTA SAMUTA / ¿CÓMO ESTÁS?
KUNTA SEAN TUWAEXKEATA / ¿CÓMO ESTÁN USTEDES?
Nuestro pueblo ha permanecido por más de 6.000 años en este territorio por lo que ha construido su forma de vida desde lo más profundo del Usi Yagan y la de su origen, desde el gélido y generoso, Nuestro mar.
Dueños de extensos territorios infinitos australes, es donde se borda con cada detalle de la adaptación imposible de nuestro pueblo desnudo, en paisajes donde el frío no te toca, te abraza.
Dejando imborrables vestigios de su completo e incansable tránsito nómada, de bordeo en frágiles canoas por cada brazo de mar, canales y costas de su territorio, dejando en cada marea y ola su silueta en un buceo ancestral con nada más que sus cuerpos desnudos.
Utilizando cada elemento que le entrega la naturaleza, para ser reutilizado, otorgándoles forma a través de golpes entre huesos, piedras y conchas de moluscos a verdaderas piezas triangulares, dientes de hermosas e irreplicable perfección, pero para una eficaz y mortífera tarea como era la caza de lobos y así sobrevivir, vivir.
La naturaleza en su tierra le dio los elementos, para el refugio y la más antigua de las navegaciones por estos extremos y congeladas latitudes, el Akar (casa o choza) y la Ánan (canoa), lo que permitió el contacto de su habitar milenario tanto en la tierra como en el mar, elementos unidos por su principal componente, «el fuego», el que permanecía encendido tanto en el Akar como en la Ánan.
Protegidos solos por quien es considerado el más antiguo, el que solo ayuda y no castiga… Watawinewa[1].
NUESTRA COMUNIDAD INDIGENA YAGAN
Hoy nuestra comunidad, compuesta por nuestros ancianos, adultos, jóvenes y niños, atesora lo heredado por nuestros ancestros, su mar, y elementos utilizados para la recolección y la caza, elementos replicados hoy en el siglo XXI, por nosotros, dando vida a lo que ha sido traspasado de generación en generación, dando paso a la revitalización y empujando la invisibilización a la que fue arrastrado nuestro pueblo por parte de quienes invadieron y por quienes dejaron que aquello sucediera (Estado de Chile), nuestras manos hoy dan forma y hablan la lengua materna de nuestros antepasados, antepasados que fueron sacados de sus territorios y aculturizados poniendo en peligro, la riqueza de nuestro mayor tesoro, nuestra lengua.
Con trabajo y constancia hemos logrado quitar la extinción que se nos viene adjudicando muy convenientemente de parte del estado chileno, que utilizando de forma muy humillante y denigrante nuestra condición de indígena, se ha valido por muchos años de tener a nuestra comunidad como una parte de la población catalogada de vulnerable y en condiciones que son vejatorias, población donde habitan principalmente ancianos, hoy esto ha cambiado pero no en su totalidad.
Con este motivo hemos dejado el silencio y la pasividad que nos caracteriza como pueblo, pasividad de la que se abusó para quitar a nuestros abuelos sus terrenos y convertirlos en personas de la servidumbre, en su propia tierra.

EL 15 de Mayo del año 2017 hemos marchado, acá comienza, se rompe y se alza la voz por años de desidia y abandono por parte del estado, en esta fecha nuestra comunidad vuelve a retomar la presencia, participación y autoridad que siempre debe tener en su territorio. La lucha por la igualdad y la dignidad que como pueblo se había extraviado y normalizado por quienes han sido autoridad en nuestro territorio.
La lucha por nuestros derechos sociales se traslada ligeramente a la lucha por nuestros derechos consuetudinarios, los que fueron abrupta e irresponsablemente cortados de cuajo, como la navegación y ceremonias que eran el pilar de nuestra cultura, por quienes solo trajeron pobreza, silenciaron y han solapado hasta los días de hoy la memoria de nuestro pueblo, reemplazándolas inútilmente con otros entes estatales, queriendo hacer entender otra realidad en la historia de nuestro USI YAGAN.
El año 2018 fuimos puestos a prueba por otro servicio del estado (Vialidad) quien quería construir un muro frente a nuestra Villa Ukika (lugar donde vive parte de nuestra comunidad) impidiéndonos no solo observar nuestro mar sino que nos impedía el ingreso y acercamiento a él. La ignorancia insultante de parte de este servicio a nuestros derechos como pueblo canoero y recolector nos llevó a una nueva movilización y detención de esta obra, finalizando con el retiro de este muro ya construido, proyecto que no fue consultado a nuestra comunidad, pasando a llevar toda acción de participación e ignorando acuerdos internacionales ratificados por Chile en cuanto a obras y proyectos en lugares donde existen comunidades indígenas, más aún si se les afecta directamente. El muro fue retirado en su totalidad.
Pasamos muy rápido al año 2019 para ser protagonistas de uno de los hitos más grandes de protección al medio ambiente y nuestro patrimonio ancestral Yagan, al sacar de nuestras aguas a una industria que ha dejado rastros de destrucción y nada de conciencia ambiental en los entornos que se ha instalado, destruyendo y cortando completamente cadenas de rica biodiversidad existentes en nuestras costas. Es así que el 12 de Agosto se concreta el retiro de todo artefacto naval (jaulas, pontones, etc.) que estaban ilegalmente en nuestras aguas.
Lucha que se da sin descanso hasta ver el retiro de esta industria nociva para cualquier entorno marino, corazón de nuestra cosmovisión como pueblo milenario preexistente en estos territorios.
Hoy se sigue con la revitalización y visibilización de nuestro pueblo extremo austral, hoy más que nunca nuestro USI nos necesita, como comunidad sin duda nos hemos fortalecido enormemente y seguiremos en este camino de grandeza y dignidad, para la conservación y resguardo verdadero de la memoria ancestral que guarda nuestra isla rodeada por sus aguas.

La comunidad indígena yagan, ha dado grandes ejemplos y sólidos motivos de sus acciones que solo buscan, el reconocimiento en su propio territorio, a sus ancestros, nuestra comunidad indígena y sus nuevas generaciones solo buscan fortalecer y resguardar el espíritu de cada ser que habita en nuestro territorio y sus aguas, busca enseñar y entregar a las nuevas generaciones de yaganes y todo aquel que habita una riqueza que fue resguardada por miles de años por nuestros ancestros.
Busca traspasar su cosmovisión y cultura solo con el fin de protección y cambio al comportamiento actual del ser humano, condición de humanidad que en algún momento de la historia se le fue quitada y divulgada erróneamente.
Alayala!!! / Adiós!!!
Meanmamusteka sa!!! / Cuídense!!!
[1] Watawinewa; el más antiguo, el eterno. La deidad de nuestro pueblo.
David Alday Chiguay
Pertenezce a la comunidad indígena yagan de Bahía Mejillones. Descendiente del pueblo yagan, último pueblo originario del extremo sur de Chile, territorio milenario con 6.000 años de ocupación y actividad en defensa de nuestro USI YAGAN. Trabaja a favor del territorio, del mar, la revitalización y visibilización de nuestra cultura ancestral yagan.
Intervención de imagen de portada: Sebastián Calfuqueo